Un pequeño sendero, cercano a Cala Graciò (Sant Antoni de Portmany) , se abre paso entre la alegre vegetación mediterránea. Poco a poco, la luz que se cuela entre las hojas de los árboles comienza a ser más intensa hasta que, por fin, llena todo el espacio. Tras ese breve momento en el que la luz nos deslumbra, nuestros ojos, acostumbrados ya a ella, tendrán ante sí la maravillosamente escondida Cala Gracioneta.
Si se tiene la suerte de llegar hasta aquí, y de quedarse en este rincón mágico el tiempo suficiente, es probable que también se tenga la suerte de disfrutar de la oferta gastronómica de El Chiringuito.
El Chiringuito es uno de los lugares más especiales de la isla. No solo por la exclusividad que le confiere el estar situado en una cala “secreta”, sino también por su magnífica cocina. Solo los turistas más aventureros y sabios son clientes habituales.
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CONCEPTO GASTRONÓMICO
Puede calificarse de Chiringuito Gourmet, es decir, del típico chiringuito playero solo tiene el nombre. En realidad se trata de un restaurante con todas las letras, y de uno muy bueno además.
Desayunos, platos británicos, brunch, cocina francesa, pescados y mariscos, gastronomía española (vasca, mediterránea…), vegetariana, etc, son algunas propuestas de su ecléctico menú.
Todo preparado con delicadeza y buena mano, logrando sacar así lo mejor de cada plato.
Además, se puede pedir uno de los tentadores cócteles que se nos ofrecen o, si uno es más clásico, una copa con mucho hielo para ver la tarde pasar, sabiendo que se está donde se quiere estar. Hay pocos lugares mejores que este.
Una sugerencia: Calamar a la andaluza con salsa Romesco. De tamaño considerable, el rebozado a la andaluza es delicioso y el punto de frito es perfecto. La salsa romesco casera es estupenda. Un toque de limón para incrementar aún más el sabor, y estamos listos para deleitarnos con una comida inolvidable.
El precio aproximado va de los 25 a los 30€ por cabeza si se hace una comida completa. El lugar lo merece.