Can Vicent, además de estar en uno de los lugares más privilegiados de la isla de Ibiza (la pequeña, salvaje y encantadora Cala Carbó), es un restaurante lleno de historia y personalidad, el sueño de un niño hecho realidad.
Vicente Marí (el propietario), iba a esta playa de pequeño a pasear al ganado y la conoce bien. En 1981 llevo a su mujer a conocer este impresionante paraje y se apostó con ella que, algún día, abriría un restaurante allí para que la gente pudiese disfrutar tanto como él del lugar que más le gustaba del mundo.
Huelga decir que lo consiguió, y menos mal, porque de haber sido de otro modo, sus clientes se hubiesen perdido este mágico rincón lleno de luz, calma… y comida excelente.
Hoy es todo un clásico. La sencillez y la naturalidad son dos de sus señas de identidad. Un trato cercano, nada de artificios y, al mismo tiempo, un lujo. La sensación de intimidad que da el hecho de estar algo apartados “del mundanal ruido”, hacen de Can Vicent un lugar idóneo para los que quieran “desaparecer” durante unas horas.
***************
LA CARTA
Can Vicent ofrece una variada carta con entrantes frescos y veraniegos, como el aguacate mejicana, el gazpacho o la ensalada de rúcula con queso de cabra. También clásicos como sopa de pescado, arroz a la marinera o frita de calamar. A continuación, paellas, bullit de peix con arroz a banda o parrillada de pescado fresco.